¿FISCALIZAN LOS CONSEJEROS REGIONALES?
Hugo
Amanque
Chaiña
Periodista
y Abogado
En el mes de abril 2018, el Poder Judicial
dio a conocer que en el país había 27,020 funcionarios públicos procesados por
diversos delitos de corrupción, siendo 6,173 en Lima y 20,289 en el territorio
nacional, mientras que el Ministerio Publico dio cuenta que al año 2017, de los
25 gobiernos regionales, 14 gobernadores estaban en calidad de procesados e
investigados y algunos de ellos habían sido sentenciados habiendo apelado
resoluciones de la primera instancia judicial. El año 2014, el Consorcio de
Investigación Economía y Social (CIES), publicó el informe denominado “Acciones
e Iniciativas Anticorrupción en Espacios Regionales del Perú” donde precisó que
ese año hubo 19 presidentes regionales procesados, habiendo efectuado un
diagnostico de la corrupción regional dando recomendaciones generales para
reducir la corrupción.
De los datos estadísticos del CIES, el 50% de
los delitos penales eran por peculado, 20% por colusión y 15% por malversación
de fondos. Ese informe dio cuenta que las tres principales modalidades de
corrupción regional se daba en primer lugar en las grandes licitaciones de
obras públicas a través de direccionamiento de perfiles de obra y cobro de
cupos para ganar licitaciones. La segunda modalidad era por compras y
adquisiciones que se realizaban por acuerdo entre funcionarios y proveedores
para direccionar compras a cambio de pagos de cupos, mientras que la tercera
modalidad era en los trámites para implementar empresas y negocios a través de
cobros indebidos para acelerar trámites de licencias y permisos. Una primera
conclusión de la corrupción regional en el país en la última década, es que los
organismos de control no actuaron oportunamente. Entre ellos, las Oficinas de
Control Institucional, la Contraloria General de la República y los Consejos
Regionales, pero también el Congreso Nacional en su ejercicio de fiscalización.
La ley
orgánica de gobiernos regionales 27867 en su artículo 13, señala que el consejo
regional es el órgano normativo y fiscalizador del gobierno regional. Si
hiciéramos una encuesta en Arequipa, con seguridad el organismo de
fiscalización regional estaría desaprobado, los ciudadanos no recordarían
quiénes son sus consejeros por cada provincia y pasarían desapercibidos para la
opinión pública, ya que su función de control político, salvo dos o tres
consejeros, la mayoría está alineada políticamente a la gobernadora regional,
por lo que el consejo regional no ha logrado posicionarse ni se ha empoderado
ante la opinión pública en esta gestión ni en las anteriores gestiones
regionales. Es decir, se han autocastrado en su función de fiscalización hacia
el poder ejecutivo tal vez por intereses políticos o por temor, no justificándose
el pago de dietas salvo honrosas excepciones. No han tenido el coraje y la
agallas para exigir a la gobernadora regional que un porcentaje del presupuesto
total anual, se derive al órgano legislativo bajo responsabilidad de su titular
para cumplir adecuadamente su función de control político, para contar con
profesionales, técnicos y vehículos y ejercer un control minucioso a las obras
publicas en el ámbito regional.
La ley de
transparencia obliga a los gobiernos regionales a difundir información
periódica sobre la gestión regional y en el portal institucional de Arequipa,
aparece excesivamente todos los días información y fotos de la gobernadora,
ignorándose a los gerentes regionales, pero casi no hay nada de la agenda
legislativa semanal del consejo regional ni de sus comisiones, ni de los
consejeros, mientras que los acuerdos y ordenanzas regionales se publican
extemporáneamente, por lo que no es posible hacer un seguimiento cívico ni
periodístico al organismo de fiscalización regional. Sería oportuno que el
consejo regional informe semestralmente a la opinión pública en audiencia
pública y a la prensa sobre su gestión normativa y de fiscalización hacia la
gobernadora regional lo que no se efectúa hoy por razones que se desconocen.
Sería
bueno que el presidente del consejo regional informe cuantas de las ordenanzas
regionales que ellos aprobaron desde el año 2015 se cumple a plenitud o
simplemente son un saludo a la bandera. Un seguimiento estricto a sus
ordenanzas y acuerdos, así como su implementación por parte del ejecutivo
regional, podría dar lugar al establecimiento de responsabilidades u omisiones
por parte de los funcionarios regionales, para luego aplicar sanciones, de lo
contrario el consejo regional será un adorno en el organigrama regional. Sería
oportuno que el consejo regional informe a la ciudadanía cuantas iniciativas
regionales en materias de su competencia han propuesto ante el Congreso
Nacional, pero también cuantas propuestas de creación, modificación o supresión
de tributos o exoneraciones regionales han aprobado en los últimos y lo han
derivado al parlamento nacional porque esa es su función. Justifiquen sus
dietas señores y señoras consejeras de Arequipa.
(12
de mayo del 2018)
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