sábado, 9 de junio de 2018


LAS MULTIPLES DENOMINACIONES DE AREQUIPA EN LA HISTORIA

Lic. Hugo Amanqui Chaiña    
                                                                                                                                   10/08/2017 

No hay duda que Arequipa fue y es una ciudad emblemática del Perú y así lo han reconocido múltiples historiadores e intelectuales del país desde diversas corrientes ideológicas. Producto de ello, nuestra ciudad ha sido etiquetada con diversas denominaciones que han trascendido fuera del entorno nacional. Nuestra identificación con la historia republicana del Perú no fue gratuita. Fueron nuestros abuelos y tatarabuelos quienes en el siglo XVIII y XIX en diversos sectores y especialidades, contribuyeron a prestigiarnos ante la comunidad internacional. Por lo tanto los characatos han dejado huella en la geografía, historia, las artes, las letras, religiosidad, derecho, salud, etc. De allí, deviene los múltiples nombres que desde 1540 hasta hoy los mistianos conservamos con algunas denominaciones que probablemente algunos arequipeños no hemos valorado aún. 

Recordemos algunas de esas denominaciones, aunque no podamos precisar con exactitud quienes fueron los autores de esos nombres que endilgaron a Arequipa en los 477 años de fundación española que celebramos en agosto 2017. Entre las denominaciones más mencionadas figuran las siguientes: 1.- Arequipa, el caudillo colectivo del Perú. Sin duda esa denominación se nos dio porque en múltiples ocasiones en la historia republicana del Perú, los characatos encabezaron las rebeliones cívicas en nombre de los pueblos del Perú contra dictadores y tiranos que quebraron el orden constitucional y moral del país. 2.- Arequipa: la Capital Constitucional del Perú. En el siglo XVII, XVIII, XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, nuestra ciudad exportó al país y especialmente a Lima, la capital del centralismo, a los mejores tribunos, juristas, abogados y oradores quienes dieron catedra en el Parlamento Nacional y en Foros Públicos de su defensa del orden constitucional y legal. No en vano la Asamblea Constituyente de 1979 consideró en la Constitucion de 1980 a la ciudad de Arequipa como sede del Tribunal de Garantías Constitucionales del Perú como homenaje y reconocimiento a su tradición historia y jurídica. Por razones de espacio y tiempo no enumeramos hoy la lista de los mejores tribunos y constitucionalistas que tuvo Arequipa en la historia republicana del Perú.

3.- Arequipa: La ciudad de la eterna primavera. Tengo la impresión que esa denominación se nos dio porque hemos tenido un hermoso valle agrícola en diversos distritos de nuestra provincia con centenares de hectáreas de cultivo que aunados al hermoso e inigualable valle de Chilina y el rio Chili, nos ha valido que nuestros visitantes nacionales y extranjeros hayan considerado a Arequipa como la ciudad de la eterna primavera, tomando en cuenta que a lo largo de todo el año, contamos con un esplendoroso sol que ilumina y muestra nuestras inmensas riquezas naturales y materiales. 4.- Arequipa: la ciudad del sillar y la nevada. Sin ninguna duda que esa denominación se debe a las construcciones en sillar que históricamente se concentró en Arequipa cuadrada producto de las múltiples explosiones del Volcán Misti. No en vano, la UNESCO el año 2002 en la gestión del ex alcalde provincial, Dr. Juan Manuel Guillen, declaró a nuestro Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad no solo como reconocimiento a nuestra arquitectura y al sillar, sino también a nuestro entorno histórico. Cuando nos referimos como ciudad de la nevada, es porque tal vez, los characatos no tenemos pelos en la lengua y expresamos nuestras opiniones sin temor ni censura porque creemos que tenemos la razón, de allí que algunos peruanos consideran que los arequipeños somos telúricos, intolerantes e incluso chauvinistas. 

5.- Arequipa: La ciudad revolucionaria. Con seguridad ese nombre proviene de los múltiples levantamientos cívicos en defensa del orden jurídico, moral y cívico del Perú. Esas revoluciones o levantamientos cívicos dejaron huella en el país. En la mayoría de rebeliones cívicas los characatos salimos triunfantes, pero también debemos reconocer que en algunas ocasiones salimos derrotados y nuestros antepasados tuvieron que enterrar a nuestros hermanos caídos en el campo de batalla. Pero no queda duda que nuestros abuelos y tatarabuelos lucharon por ideales comunes en defensa de nuestra patria y de nuestra dignidad y civismo que nadie puede mezquinar a Arequipa.  6.- Arequipa: La muy leal, fidelísima y noble ciudad blanca. Algunos historiadores han señalado que esa denominación se nos dio porque en el periodo colonial e incluso después de la independencia nacional, Arequipa fue una ciudad leal y fidelísima a la corona española y posteriormente a la aristocracia peruana que tenía profundas ramificaciones con los españoles asentados en Lima.  Hay sin embargo, otros historiadores que han señalado todo lo contrario y han manifestado que los characatos entregaron su vida en el siglo XVII y XVIII por alcanzar nuestra independencia nacional del yugo español. Esos historiadores señalan que los intelectuales mistianos en el coloniaje español fueron rebeldes e insurrectos contra la corona española. Este es un tema inconcluso que merecería una profunda investigación académica.

7.- Arequipa: La Roma del Perú. No se puede negar que esa denominación se debe a que en nuestra ciudad históricamente hubo profundo fervor religioso, lo que no quiere decir que hubo movimientos liberales que criticaron acremente el pensamiento católico. Allí están de testigos la gran cantidad de iglesias católicas en nuestra provincia, las procesiones, el Monasterio de Santa Catalina, el Seminario de San Jerónimo, la Universidad Católica de Santa María entre otras instituciones. El fervor religioso también se evidencia en el Santuario de la Virgen de Chapí lo que confirma la fe católica de los mistianos en los últimos siglos. 8.- Arequipa: La República Independiente del Perú. No podemos desconocer la historia. Hubo antaño algunos arequipeños, intelectuales y políticos que propusieron en foros públicos que Arequipa debería ser una república independiente del Perú y que deberíamos declararnos como un estado federal. En síntesis, Arequipa, fue cuna de volcanes, cuyo civismo y coraje pretendió extenderlo a toda la república con sus intelectuales, juristas, poetas y escritores de prestigio mundial que han prestigiado al país. Ya en el siglo XXI algunos afirman que ahora deberíamos llamarnos la capital gastronómica del país, otros la capital de convenciones y servicios, etc. Feliz 477 aniversario Arequipa.



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