LAS
MULTIPLES DENOMINACIONES DE AREQUIPA EN LA HISTORIA
Lic. Hugo Amanqui
Chaiña
10/08/2017
No hay
duda que Arequipa fue y es una ciudad emblemática del Perú y así lo han
reconocido múltiples historiadores e intelectuales del país desde diversas
corrientes ideológicas. Producto de ello, nuestra ciudad ha sido etiquetada con
diversas denominaciones que han trascendido fuera del entorno nacional. Nuestra
identificación con la historia republicana del Perú no fue gratuita. Fueron
nuestros abuelos y tatarabuelos quienes en el siglo XVIII y XIX en diversos
sectores y especialidades, contribuyeron a prestigiarnos ante la comunidad
internacional. Por lo tanto los characatos han dejado huella en la geografía,
historia, las artes, las letras, religiosidad, derecho, salud, etc. De allí,
deviene los múltiples nombres que desde 1540 hasta hoy los mistianos
conservamos con algunas denominaciones que probablemente algunos arequipeños no
hemos valorado aún.
Recordemos
algunas de esas denominaciones, aunque no podamos precisar con exactitud
quienes fueron los autores de esos nombres que endilgaron a Arequipa en los 477
años de fundación española que celebramos en agosto 2017. Entre las
denominaciones más mencionadas figuran las siguientes: 1.- Arequipa, el
caudillo colectivo del Perú. Sin duda esa denominación se nos dio porque en
múltiples ocasiones en la historia republicana del Perú, los characatos
encabezaron las rebeliones cívicas en nombre de los pueblos del Perú contra
dictadores y tiranos que quebraron el orden constitucional y moral del país.
2.- Arequipa: la Capital Constitucional del Perú. En el siglo XVII, XVIII, XIX
y hasta la primera mitad del siglo XX, nuestra ciudad exportó al país y
especialmente a Lima, la capital del centralismo, a los mejores tribunos,
juristas, abogados y oradores quienes dieron catedra en el Parlamento Nacional
y en Foros Públicos de su defensa del orden constitucional y legal. No en vano
la Asamblea Constituyente de 1979 consideró en la Constitucion de 1980 a la
ciudad de Arequipa como sede del Tribunal de Garantías Constitucionales del
Perú como homenaje y reconocimiento a su tradición historia y jurídica. Por
razones de espacio y tiempo no enumeramos hoy la lista de los mejores tribunos
y constitucionalistas que tuvo Arequipa en la historia republicana del Perú.
3.-
Arequipa: La ciudad de la eterna primavera. Tengo la impresión que esa
denominación se nos dio porque hemos tenido un hermoso valle agrícola en
diversos distritos de nuestra provincia con centenares de hectáreas de cultivo
que aunados al hermoso e inigualable valle de Chilina y el rio Chili, nos ha
valido que nuestros visitantes nacionales y extranjeros hayan considerado a
Arequipa como la ciudad de la eterna primavera, tomando en cuenta que a lo
largo de todo el año, contamos con un esplendoroso sol que ilumina y muestra
nuestras inmensas riquezas naturales y materiales. 4.- Arequipa: la ciudad del
sillar y la nevada. Sin ninguna duda que esa denominación se debe a las
construcciones en sillar que históricamente se concentró en Arequipa cuadrada
producto de las múltiples explosiones del Volcán Misti. No en vano, la UNESCO
el año 2002 en la gestión del ex alcalde provincial, Dr. Juan Manuel Guillen,
declaró a nuestro Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad no
solo como reconocimiento a nuestra arquitectura y al sillar, sino también a
nuestro entorno histórico. Cuando nos referimos como ciudad de la nevada, es
porque tal vez, los characatos no tenemos pelos en la lengua y expresamos
nuestras opiniones sin temor ni censura porque creemos que tenemos la razón, de
allí que algunos peruanos consideran que los arequipeños somos telúricos,
intolerantes e incluso chauvinistas.
5.-
Arequipa: La ciudad revolucionaria. Con seguridad ese nombre proviene de los
múltiples levantamientos cívicos en defensa del orden jurídico, moral y cívico
del Perú. Esas revoluciones o levantamientos cívicos dejaron huella en el país.
En la mayoría de rebeliones cívicas los characatos salimos triunfantes, pero
también debemos reconocer que en algunas ocasiones salimos derrotados y
nuestros antepasados tuvieron que enterrar a nuestros hermanos caídos en el
campo de batalla. Pero no queda duda que nuestros abuelos y tatarabuelos lucharon
por ideales comunes en defensa de nuestra patria y de nuestra dignidad y
civismo que nadie puede mezquinar a Arequipa. 6.- Arequipa: La muy leal,
fidelísima y noble ciudad blanca. Algunos historiadores han señalado que esa
denominación se nos dio porque en el periodo colonial e incluso después de la
independencia nacional, Arequipa fue una ciudad leal y fidelísima a la corona
española y posteriormente a la aristocracia peruana que tenía profundas
ramificaciones con los españoles asentados en Lima. Hay sin embargo,
otros historiadores que han señalado todo lo contrario y han manifestado que
los characatos entregaron su vida en el siglo XVII y XVIII por alcanzar nuestra
independencia nacional del yugo español. Esos historiadores señalan que los
intelectuales mistianos en el coloniaje español fueron rebeldes e insurrectos
contra la corona española. Este es un tema inconcluso que merecería una
profunda investigación académica.
7.-
Arequipa: La Roma del Perú. No se puede negar que esa denominación se debe a que
en nuestra ciudad históricamente hubo profundo fervor religioso, lo que no
quiere decir que hubo movimientos liberales que criticaron acremente el
pensamiento católico. Allí están de testigos la gran cantidad de iglesias
católicas en nuestra provincia, las procesiones, el Monasterio de Santa
Catalina, el Seminario de San Jerónimo, la Universidad Católica de Santa María
entre otras instituciones. El fervor religioso también se evidencia en el
Santuario de la Virgen de Chapí lo que confirma la fe católica de los mistianos
en los últimos siglos. 8.- Arequipa: La República Independiente del Perú. No
podemos desconocer la historia. Hubo antaño algunos arequipeños, intelectuales
y políticos que propusieron en foros públicos que Arequipa debería ser una
república independiente del Perú y que deberíamos declararnos como un estado
federal. En síntesis, Arequipa, fue cuna de volcanes, cuyo civismo y coraje
pretendió extenderlo a toda la república con sus intelectuales, juristas,
poetas y escritores de prestigio mundial que han prestigiado al país. Ya en el
siglo XXI algunos afirman que ahora deberíamos llamarnos la capital
gastronómica del país, otros la capital de convenciones y servicios, etc. Feliz
477 aniversario Arequipa.
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