EL CENTENARIO DE LA ACADEMIA
LAURETANA
15/07/2012
Los mejores historiadores del
país le reconocieron el titulo de capital jurídica del Perú en el siglo XIX y
parte del siglo XX a la ciudad de Arequipa. Otros agregaron el titulo simbólico
de capital moral y cívica de la Nación. El título honorífico no fue en
vano. De dos organizaciones emblemáticas, como la UNSA a través de la Facultad
de Derecho y la Academia Lauretana hoy Colegio de Abogados, emergieron los más
brillantes juristas y tribunos de nuestra república. Los que alcanzaron dimensión
internacional fueron sin duda, el Dr. Víctor Andrés Belaunde que fue Secretario
General de la ONU, el Dr. José Bustamante Rivero quien llegó a ocupar la
Presidencia de la Corte Internacional de Justicia de la Haya y fue Presidente
del Perú y el Dr. Francisco García Calderón, quien fue autor del primer
diccionario jurídico del país y Presidente de la República, entre otros
brillantes abogados que nacieron al pie del Volcán Misti.
La mejor prueba de
reconocimiento histórico de la Nación, se dio en 1979 cuando la Asamblea
Constituyente incluyo en la Carta Magna un capitulo del Tribunal de Garantías
Constituciones que fijó como sede a la ciudad de Arequipa. Sin embargo, se
retrocedió con la actual Constitución de 1993 en donde se crea el Tribunal
Constitucional y que en su ley orgánica, articulo 01 se reconoce Arequipa
como sede, lo que se ha venido incumpliendo desde el golpe de estado de
Fujimori que centralizo ese organismo en Lima hasta hoy. El próximo 15 de julio
se efectuará la Sesión Solemne al recordarse el centenario de creación de la
Academia Lauretana que se gestó antes que naciera oficialmente el estado
peruano en 1811 que tiempo después se ha denominado Colegio de Abogados de
Arequipa. No es mi intención restarle brillo a esta celebración, pero no puedo
pasar por alto algunas reflexiones que consideró necesarias y oportunas para
saber si hemos avanzado o estancado en la producción jurídica mistiana en las
últimas décadas.
¿Cuántos abogados de Arequipa
ocupan hoy alto cargos de dirección en los poderes públicos y organismos
constitucionales del estado peruano? ¿Han ganado premios nacionales en las últimas
décadas letrados arequipeños en concursos de investigación jurídica donde hayan
puesto de manifiesto su talento y creatividad? ¿Cuántas acciones de
inconstitucionalidad presentó en las últimas décadas el Colegio de Abogados
ante el Tribunal Constitucional contra leyes o decretos leyes que emitieron los
poderes legislativo y ejecutivo desde la década del ochenta hasta hoy? ¿Cuántos
proyectos de reforma constitucional o legal presentó el Colegio de Abogados de
Arequipa ante el poder legislativo? ¿Qué número de proyectos de ordenanza
regional o municipal ha presentado en los últimos años el Colegio para
contribuir con el desarrollo legislativo descentralizado del país? ¿En cuantas
ocasiones el Colegio ha emitido pronunciamientos precisos y fundamentados
sentando posición en defensa de la sociedad y el orden constitucional y legal
del país?
¿Cuántas publicaciones
jurídicas de renombre emitió el Colegio en las últimas décadas donde se
evidencie la producción intelectual de sus colegiados ante la problemática
jurídica del país? ¿Efectuaron sus directivos convenios con entidades
nacionales e internacionales de prestigio para mejorar la capacitación de sus
colegiados? ¿Qué proyectos de reforma curricular presentó el Colegio a las
Facultades de Derecho de las universidades locales para mejorar el nivel
académico de los estudiantes de pregrado en las últimas décadas? ¿Por qué
razones ya no exportamos en las últimas décadas a brillantes juristas y
tribunos que otrora tuvimos? ¿Qué está fallando y qué es lo que debe corregirse
para recuperar el título honorífico de capital jurídica del país?
A excepción de la acción de
cumplimiento que se interpuso contra el TC para exigirle que cumpla con
respetar su sede física y que el Colegio de Abogados de Arequipa ganó
ejemplarmente en el fuero judicial, no se nota otra actuación de
envergadura y el peso histórico de esa institución en las últimas
décadas. Sería injusto echarle toda la culpa al actual Decano, pero tampoco se
puede obviar que esa institución tutelar algo tiene que hacer para recuperar su
prestigio histórico. Después del centenario esperamos que se reinicie el
despegue de la institución, pero fundamentalmente de sus abogados y recuperar
el título honorífico del país: Arequipa, capital jurídica del Perú.
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