Una de las propuestas del programa de gobierno del
candidato y ahora ex presidente Pedro Pablo Kuczynski de Peruanos por el Cambio
en la campaña electoral del 2016, fue disminuir el número de ministerios del poder
ejecutivo, lo que generó una polémica, ya que algunos estaban a favor y
otros en contra. El argumento principal de la propuesta de Kuczynski fue que el
país exige una simplificación de la administración pública lo que supone
eliminar procedimientos administrativos innecesarios, lo que aparentemente es
lógico. Sin embargo, sus detractores sostenían que PPK quería debilitar el
Estado para ponerlo al servicio de los grupos económicos y trasnacionales ya
que siempre fue un lobista de ellos. Es más, otros afirmaron que al reducirse
el Estado, vendría una lluvia de despidos de los trabajadores estatales lo que
significaría agravar los conflictos sociales en el país, debilitándose la
gobernabilidad del Perú.
PPK pudo haber implementado su
propuesta política en anteriores gobiernos, ya que cogobernó con dos gobiernos
democráticos donde pudo haber presentado su iniciativa. Fue ministro de energía
y minas en el segundo gobierno de Belaunde y fue primer ministro y ministro de
economía del gobierno de Toledo, pero no lo planteo formalmente. Hoy se
debate algunas propuestas de reforma de los poderes del estado y más allá de
las simpatías y antipatías políticas, la propuesta merece un debate nacional
desapasionado. El escenario natural y democrático, debería ser el Acuerdo
Nacional donde todos estamos representados pero no se le toma en
cuenta o derivarse al CEPLAN que es un organismo técnico que proyecta hacia
donde debemos ir como Estado soberano e independiente en las próximas
décadas. Hemos revisado como está constituido los poderes ejecutivos
de los países de américa latina y hemos comprobado que algunos tienen más
ministerios que el Perú y otros menos ministerios que nuestro país.
Brasil tiene 24
ministerios en el poder ejecutivo con una población de 204 millones de
habitantes, Argentina tiene 16 ministerios con una población de 43
millones de habitantes, Perú tiene 19 ministerios y contamos con 30 millones de
habitantes, Uruguay tiene 18 ministerios y apenas cuenta con un poco más de 3
millones de habitantes. Chile tiene 23 ministerios y cuenta con 18 millones de
habitantes, Bolivia tiene 18 ministerios y tiene 10 millones de habitantes,
Colombia tiene 16 ministerios y tiene una población de 48 millones de
habitantes. Un caso especial es de Ecuador que si bien tiene 21
ministerios, tiene 4 mega ministerios. El denominado Ministerio de Coordinación
de Desarrollo Social que engloba al ministerio de inclusión económica y social,
al ministerio de salud pública, al ministerio de desarrollo urbano y vivienda y
al ministerio del deporte.
Hay expertos que plantean que
debería crearse el ministerio de ciencia y tecnología, el ministerio de la
juventud, el ministerio del deporte, etc. Pero, otros sostienen que deberían
fusionarse algunos ministerios reduciendo de 19 a no más de 15 ministerios, lo
que obligaría a reestructuración del poder ejecutivo. No hay duda que ad portas
del Bicentenario Perú 2021, es necesaria e impostergable una reforma del
Estado, la que debería nacer de abajo y no impuesta desde las cúpulas políticas
en forma vertical. Pero cuando nos referimos al Estado, no solo nos referimos
al poder ejecutivo, sino también al legislativo y judicial. Esas reformas
deberían alcanzar a los organismos constitucionales autónomos. Es decir, al
Tribunal Constitucional, a la Defensoría del Pueblo, al BCR, al Consejo
Nacional de la Magistratura, a la Contraloría General de la República, al sistema
electoral, a la SBS y el Ministerio Público.
También deberían reformularse
los gobiernos descentralizados, como los gobiernos regionales y gobiernos
municipales. Es decir, una reforma integral del Estado y no solo del poder
ejecutivo como propuso PPK. Los ciudadanos queremos un Estado eficiente,
descentralizado y competitivo ante un entorno globalizado y esté al servicio de
sus ciudadanos y al desarrollo del país y no al servicio de los grupos
económicos y transnacionales como desean los neoliberales. Esas reformas
deberían emprenderla el nuevo Congreso, ya que la vieja estructura estatal no
está acorde al siglo XXI. Algunos consideraran que esas reformas deberían
hacerla el nuevo Congreso y otros exigirán una Asamblea Constituyente que
diseñe una nueva Constitución. El presidente Vizcarra debería presentar al
Congreso una iniciativa legislativa para reformar el poder ejecutivo dando el
ejemplo, lo que debería ser imitado por las cabezas del poder judicial y
legislativo, así como de los organismos constitucionales autónomos, la que
debería debatida ampliamente antes del próximo bicentenario nacional del 2021.
Salvo mejor parecer.
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