miércoles, 27 de enero de 2016

A LOS MARTIRES DEL PERIODISMO




                      La Alta Comisionada de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Navy Pillai, reconoció que el periodismo fue una de las profesiones más peligrosas del mundo entre el año 2000 al 2010, ya que en ese periodo fallecieron más de 500 periodistas en diversos continentes. Pero, el último informe anual de la ONG Reporteros sin Fronteras sobre el Balance Anual 2015 del Periodismo, dio datos muy preocupantes. En resumen dicho informe señaló que el año 2015,  154 periodistas fueron secuestrados, la mayoría de ellos por los terroristas del Estado Islámico en 18 ocasiones. China es el país que tuvo la mayor cantidad de periodistas encarcelados con 23 seguido de Egipto con 22 y luego Irán con 18. Pero 54 periodistas fueron retenidos como rehenes y 8 periodistas desaparecieron en zonas de conflicto, siendo Siria el Estado más peligroso para el ejercicio del periodismo. Para evitar o reducir esos ataques a los hombres de prensa incluso en zonas de conflicto armado, la ONU a través del Consejo de Seguridad, aprobó el año 2006 la resolución 1738 en el cual señala los compromisos que asumen los Estados para proteger a los periodistas

En dicha resolución, la ONU advierte que la Convención de Ginebra concede ciertos derechos a los periodistas: a) que los periodistas deben ser protegidos en zona de conflicto armado por los Estados, b) que el derecho internacional humanitario prohíbe ataques a los periodistas a quienes los considera civiles los que de ser asesinados constituirían crímenes de guerra, c) que los Estados tienen la obligación de hacer comparecer ante los tribunales de justicia a los autores de delitos, d) que los equipos e instalaciones de los medios de comunicación son considerados bienes de carácter civil y no serán objetos de represalias ni embargos, y, e) que debe respetarse la independencia profesional y los derechos de los periodistas. Justamente, al amparo de esa resolución de la ONU la ONG Reporteros sin Fronteras, elaboró una Carta de Seguridad en Zonas de Conflicto y Tensiones para periodistas, los que deberían tomar en cuenta los medios de comunicación cuando envían a sus corresponsales o enviados especiales a lugares de tensión social o conflicto el que tienen ocho principios.

Ellos son los siguientes: 1.- El compromiso de apoyarse mutuamente los periodistas tanto en informaciones, seguridad y preparación previa, 2.- Voluntad propia de ir a la zona de conflicto sin que los medios de comunicación coaccionen a los hombres de prensa para asumir ese riesgo, 3.- Debería enviarse a reporteros experimentados con nuevos periodistas para trabajar en equipo y en permanente coordinación, 4.- Contar con conocimientos mínimos de primeros auxilios en caso resulten heridos, 5.- Tener equipos de seguridad como chalecos antibalas, baliza de localización, equipo de supervivencia y si fuera posible vehículo protegido, 6.- Los enviados especiales deberían contar con un seguro y asistencia que cobertura sus probables enfermedades, repatriación, invalidez y fallecimiento, 7.- Apoyo logístico a su regreso a su localidad para evitar posibles traumas, y, 8.- Protección Jurídica, es decir contar con Abogados que defiendan a los enviados especiales en caso de cometer presuntos delitos o ampararse en la Convención de Ginebra si acaso el periodista es violado en sus derechos. No hay duda que en los conflictos armados convencionales o no convencionales, así como en los conflictos sociales que se han agudizado en la última década en el país, siempre estará presente la prensa para coberturar las informaciones a través de diversos géneros periodísticos.

Lo positivo del siglo XXI respecto del siglo XX es que hoy los periodistas cuentan con una resolución de la ONU que obliga a los Estados a respetar sus derechos y sancionar judicialmente a autoridades o privados que abusan de sus atribuciones y competencias. Esa norma internacional no existía el año 1982 cuando en la fatídica mañana del 26 de enero, 8 periodistas fueron salvajemente asesinados en Uchurajay, tan solo por buscar la verdad en una zona que fue declarada en emergencia por el gobierno de Belaunde. Ellos fueron nuestros mártires Jorge Mendivil, Amador García, Willy Reto, Jorge Sedano, Pedro Sanchez, Eduardo de la Piniella y José Infantas. Los evocamos hoy con ese hermoso poema de Alberto Vega: “Fueron a buscar la verdad y la encontraron, pero para que no lo digan, los mataron… fueron a fotografiar la verdad y lo hicieron, pero para que no lo revelasen, los mataron… fueron a filmar la verdad y lo lograron, pero para que no lo proyecten, los mataron, fueron a escribir la verdad que iba a salir en todos los medios y periódicos, pero para que el país no conozca esa denuncia, los mataron…. De eso ya han pasado 34 años pero su sacrificio no fue en vano y acabará algún día con esa mentira”.
                            


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