No me extraña
las alianzas electorales suscritas ante el Jurado Nacional de Elecciones de
cara a las elecciones del 2016. Era obvio que ninguno de los 21 partidos políticos
inscritos ante el JNE podía competir unitariamente. Pero si estoy sorprendido por
la forma como se han efectuado estas alianzas electorales. Se han conformado
contra el reloj, definidas por las cúpulas y caciques de los seudopartidos y a
espaldas de sus bases. Lo más grave, es que la mayoría de estas alianzas no
tienen afinidad programática ni ideológica. Lo único que les interesa es
obtener el poder político y consecuentemente el poder económico del país, es
decir la presidencia de la república. Pero,
el fondo del asunto, es que estas alianzas solo se han formado para salvar la
valla electoral (partida de defunción) y no se ha sustentado en propuestas programáticas.
Lo más indignante es que estas alianzas electorales no publicaron previamente
en sus congresos partidarios y de cara
ante la opinión pública, cuáles eran sus propuestas programáticas que consensuaron.
Ese era su deber
ante un electorado decepcionado de la partidocracia para que los peruanos tuviéramos
una idea de cuál era el contrato político,
económico y social (plan de gobierno) que ellos pretenden para el país. Pero,
no lo han hecho y eso confirma la inmadurez e informalidad que hoy comprobamos
nuevamente. Los caciques partidarios creen que los peruanos somos unos borregos
que nos vamos a dejar llevar de la oreja por las encuestadoras y los medios de comunicación
de Lima que solo ubican en los primeros lugares a cinco candidatos que siguen
sosteniendo el mismo modelo económico neoliberal. Lo más vergonzante es que
algunos movimientos políticos regionales incluidos los de Arequipa, anuncien
que apoyaran a estos seudo partidos, colocándose como rabos de estas empresas
electorales capitalinas. Es oportuno recordar, que en las elecciones regionales
y municipales 2014, el 80% de gobernadores regionales y alcaldes municipales
provinciales capitales de región, fueron ganados por candidatos de movimientos
regionales, confirmando que la partidocracia limeña no tiene raíces en
provincias.
Según la ONPE,
de las 25 regiones del país, Fuerza Popular ganó en Ica y San Martin, mientras
que en la región La Libertad y Lambayeque ganó el partido Alianza para el
Progreso. A nivel de elecciones municipales provinciales de capitales de región,
en Lima ganó el partido Solidaridad Nacional, en Chiclayo Alianza para el
Progreso y en Cajamarca Fuerza Popular. Estos datos confirman electoralmente
hablando, que es una cosa es el Perú oficial asentado en Lima, y otra cosa es
el Perú real ubicado en el interior del país, donde los ciudadanos tenemos otra
percepción de la política nacional y no nos dejamos arrastrar como borregos
como pretende el centralismo político y mediático. En otra ocasión abordaremos
con amplitud, alianza por alianza y partido por partido, como vemos al arroz
con mango que hoy nos ofrecen las alianzas electorales formadas para las
elecciones del 2016. Los ciudadanos del interior del país, tenemos que exigir
que los recursos financieros de la campaña electoral de los partidos y alianzas, sean transparentes
y no provengan de los grupos económicos y transnacionales que solo les interesa
mantener el modelo neoliberal y mantener “secuestrado” ideológicamente al Jefe
de Estado para que no haga nada que atente contra sus intereses económicos.
Los electores de
provincias que somos el 60% del voto nacional, tendremos que definir en las elecciones
del 2016 si votamos por las alianzas
electorales y partidos políticos que pregonan el cambio o quieren mantener el continuismo. Eso supone,
precisiones programáticas de los partidos y las alianzas electorales. O
seguimos con el modelo neoliberal que sigue privilegiando a una minoría que se
enriquece cada vez más. U optamos por un gobierno que promueva el desarrollo
económico de la mayoría de peruanos. Los peruanos demandamos definiciones a la
partidocracia. ¿Mantendrán, modificarán o derogarán la actual Constitución?
¿Qué reformas plantearían a los poderes
del estado? ¿Están o no de acuerdo con una reforma tributaria? ¿Qué rol le
asignan al Estado? ¿Qué medidas
inmediatas plantean para combatir la corrupción? ¿Recuperarían la soberanía de
nuestros recursos naturales? ¿Qué proponen respecto a la descentralización?
¿Cuáles son sus propuestas para mejorar el ingreso de los trabajadores y
pensionistas? ¿Qué rol le asignan a la educación? ¿Qué propuestas tienen para mejorar la salud
pública? ¿Cómo planean reducir y eliminar la corrupción en la sociedad y el
Estado? ¿Cuáles serian las primeras medidas para mejorar la seguridad ciudadana
y eliminar la delincuencia? Queremos propuestas coherentes y viables y no solo
rostros ni lemas de campaña.
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