Tres corrientes ideológicas siempre han competido históricamente por el
poder en todo el mundo, del cual nuestro país no ha estado aislado. Los
izquierdistas que quieren cambiar el modelo capitalista y sueñan con el paraíso
comunista, los centristas que quieren efectuar algunas reformas al modelo
vigente y los derechistas que desean mantener el modelo neoliberal para que
nada cambie, ya que según ellos, “el mercado lo soluciona todo”. Desde 1980
hasta hoy 2016, los presidentes de la república elegidos por el pueblo peruano han
sido del centro y de la derecha ideológica, ya que el soberano en ninguna elección
presidencial voto por los candidatos de la izquierda que se presentaron.
Mientras eso sucedió en el Perú, en Sudamérica el escenario ideológico cambio
notablemente en las últimas dos décadas en varios países. La corriente
progresista se inició con Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia),
Rafael Correa (Ecuador), Néstor Kirchner (Argentina), Lula Da Silva (Brasil), Michel
Bachelet (Chile) y José Mujica (Uruguay).
En el Perú, de los 19 candidatos presidenciales inscritos ante el JNE
para las elecciones del 10 de abril, a nuestro juicio, ocho son de la derecha ideológica,
seis son del centro y cuatro son de la izquierda. A estos últimos candidatos
los analizaremos brevemente y partiremos de un análisis histórico. Nuestra
izquierda desde 1980 hasta hoy sigue con las mismas taras de ayer. Sectaria,
dogmatica, intolerante, excluyente, fundamentalista, etc. No se han refundado y
tienen el mismo programa de hace un siglo atrás. Ellos no aprovechan el espacio
electoral que el pueblo les reconoce. El 26 de febrero del 2015 la encuestadora
GFK reveló que el 16% de peruanos se identificaba con la izquierda, el 24% se
identificaba con la derecha, el 15% se consideraba de centro y un 40% no
abrazaba ninguna ideología, es decir los pragmáticos. Pero, el sectarismo de la
izquierda no es de hoy, sino que ha sido siempre. Revisemos las elecciones
anteriores. En las elecciones presidenciales de 1980 gano Belaunde de AP con el
46% de votos nacionales. Ese año se presentaron seis candidatos de izquierda.
Hugo Blanco del PRT saco 4%, Horacio Zeballos de UNIR el 3%, Leónidas Rodríguez
de UI el 3%, Genaro Ledesma del FOCEP el 2%, y Gustavo Mohome de APS y Luciano
Castillo del PSP no sacaron ni el 1%.
En las elecciones presidenciales de 1985 ganó Alan García del Partido
Aprista con el 53% de votos, pero el
candidato de Izquierda Unida, Alfonso Barrantes quedo en segundo lugar. Esa tal
vez fue la mejor campaña de la IU ya que si bien perdió la presidencia, fue la
segunda fuerza parlamentaria, ya que llegó a tener 15 Senadores y 48 Diputados. La virtud histórica de esa
oportunidad es que fueron unidos, todos en un solo bloque político y no
dispersos como siempre. En 1990 gano
Fujimori en segunda vuelta a Vargas Llosa, pero la izquierda fue dividida.
Henry Pease de IU saco el 8%, mientras que Alfonso Barrantes de IS obtuvo el
5%. En las elecciones de 1995, Fujimori gano la reelección al obtener el 64%
frente a Pérez de Cuellar, compitiendo por la IU Agustín Haya de la Torre quien
obtuvo el 1% de votación. En las elecciones del 2,000 gano Fujimori a Toledo al
obtener el 50%, no participando ningún partido de izquierda. En las elecciones
del 2001 ganó Alejandro Toledo de Perú Posible y la izquierda tampoco presentó ningún
candidato. En las elecciones del 2006, Alan García del PAP gano la presidencia
al obtener el 53% en segunda vuelta ante Humala y se presentaron los grupos
izquierdistas de Susana Vallaran de Concertación Descentralista que logró 1% y
Javier Diez Canseco del PS y Alberto Moreno de MNI no obtuvieron ni el 1% del
voto nacional.
En las elecciones del 2011 Gana Perú con Ollanta Humala ganó en segunda
vuelta con el 51% a Keiko Fujimori y no se presentó ningún partido de
izquierda, aunque salió elegido Congresista Javier Diez Canseco al lograr la
tercera mejor votación. En estas elecciones 2016 compiten cuatro partidos de
izquierda. Vladimir Cerrón de Perú Libertario, Verónica Mendoza del Frente
Amplio, Gregorio Santos de Democracia Directa y Yehude Simón del Partido
Humanista. Estos grupos no han hecho el esfuerzo de ir juntos en un solo frente
o alianza electoral por intereses mezquinos y sectarios y desaparecerían sino
pasan la valla electoral, salvo que un milagro los ayude en las próximas
semanas. Esta izquierda es lo que quiere
la derecha. Fragmentada y sectaria. Deben renovarse y los dinosaurios deben dar
paso a jóvenes progresistas que preparen su refundación con un nuevo programa
para las elecciones del 2021, ya que es el colmo que hoy Keiko Fujimori tenga 30% de respaldo popular, cuando ese bastión
debería ser de la izquierda.
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